Hablemos de Salud Sexual

Septiembre fue el mes de la Salud Sexual, pero más allá de que sea el mes dedicado a este tema, lo verdaderamente importante es la oportunidad para recordar qué debemos hacer a lo largo del año para cuidarnos. ¡Hazte cargo de tu salud sexual! Aquí te decimos cómo.

La salud sexual va más allá del uso del condón, se trata de un enfoque que comprende muchas otras variables como son la salud mental, física, componentes socio-culturales, ideologías familiares, sistemas de creencias y experiencias personales, que determinan la perspectiva de cada individuo al respecto.  Hablar de una sexualidad sana involucra las actitudes que se tienen hacia el cuerpo físico, hacia lo que entendemos como sexualidad, y cómo conectamos estas perspectivas en la relación con nosotros mismos, nuestras parejas, nuestros hijos, la sociedad.  Más aún, la salud sexual envuelve también la apertura para educarse más sobre el tema (usando fuentes confiables) y acceder a evaluaciones para enfermedades de transmisión sexual si es pertinente.

El Comité Americano de regulación de la Obstetricia y Ginecología (American College of Obstetrics & Gynecology-ACOG) sostiene que:

  • La educación sexual debería iniciarse en “la infancia temprana y continuar a lo largo de toda la vida”.
  • Recomienda que las personas sean evaluadas al menos una vez al año para detectar enfermedades de transmisión sexual como la Clamidia y Gonorrea. Se recomienda hacerlo más seguido si se cambia de parejas sexuales con frecuencia o si se tiene múltiples parejas sexuales simultáneamente.
  • Enfatiza la importancia de la calidad de las relaciones en la salud sexual, especialmente la ausencia de “coerción, discriminacion y violencia”.
  • Categoriza la salud sexual como un factor esencial en el bienestar general de las personas.

 

Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) y su Evaluación

ACOG hace las siguiente recomendaciones para reducir el riesgo de adquirir ETS:

  1. Conoce a tu compañero (a) sexual (recuerda que entre más compañeros (as) sexuales tenga tu pareja, tendrás un mayor riesgo de infección.
  2. Usa condón o solicita a tu pareja usarlo (de latex of poliuretano) cada vez que tengan relaciones sexuales de cualquier tipo (vaginal, anal, oral).
  3. Educate sobre los comportamientos sexualmente arriesgados (ten presente que el tejido rectal es más delgado por lo cual se puede romper más fácilmente y por tanto crear más posibilidades de infección). Así mismo, recuerda que los fluidos corporales también pueden ser portadores de agentes infecciosos.
  4. Hazte vacunar.  Aunque no existe vacuna para todas las ETS, puedes aprovechar para las que sí existe vacuna como son el HPV (Human Papilloma Virus) y Hepatitis B.

 

Las enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) pueden ser virales, bacterianas o causadas por hongos.

ETS bacterianas como la clamidia, gonorrea y sífilis, son las más comunes y generalmente las más fáciles de combatir, si se detectan tempranamente. El tratamiento se enfoca en eliminar la infección ya sea con dosis únicas o repetidas de antibióticos. Cuando estas infecciones son detectadas tardíamente o no se inicia el tratamiento pronto, se hacen mucho más complicadas de tratar. Esta es la razón por la cual el ACOG recomienda hacerse pruebas de detección al menos una vez al año. La frecuencia de estos test debe incrementarse si se tiene una nueva pareja sexual, multiples parejas o una pareja que tiene sexo con otras personas. Los exámenes para detectar Clamidia y Gonorrea pueden ser adicionados cuando va a su ginecologo para el chequeo anual (Papanicolau o citologia vaginal), lo cual resulta conveniente para evitar otra visita o toma de muestra de tejido. La valoración para presencia de Sífilis se realiza a través de exámenes de sangre, los cuales son rutinariamente evaluados en las mujeres embarazadas como parte de su cuidado prenatal.

ETS virales, como el Herpes, el Papillomavirus Humano (VPH), el Virus de Inmunodeficiencia Humana (HIV) y la Hepatitis B, se diferencian de las infecciones bacterianas en que además de ser causadas por virus, no son curables, no se resuelven con la ingesta de antibióticos, aunque si son tratables. Esto significa que siempre se correrá el riesgo de infectar a tu pareja sexual, a menos de que se ajuste al tratamiento de manera que la cantidad del virus en su sistema se mantenga en niveles tan bajos que el riesgo de contagiar se minimiza significativamente. Estos tipos de ETS requieren ser monitorizados y bajo tratamiento a lo largo de la vida. El Virus del Papilloma Humano (VPH), es el único dentro de su categoría, que no causa problemas de salud en comparación con otras cepas o tipos de alto riesgo que han sido asociadas con diferentes tipos de cáncer, incluyendo el de cérvix. La evaluación del VPH se incluye como un examen de rutina cuando se hace la citología vaginal o Papanicolaou en mujeres mayores de 29 años de edad. El VIH, Hepatitis B y el Herpes se evalúan de manera más efectiva a través de exámenes de sangre.

Para mayor información puede visitar las siguientes páginas de internet o consulte con su ginecologo:

Información sobre salud sexual en español

Información sobre Enfermedades de Transmisión Sexual en español

Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual en español:

Otros recursos (en inglés)